Cuando me veía al espejo pensaba que era una mujer horrible y que existían mujeres hermosas, al menos mejores que yo si. Así era cada día de mi existencia, despreciándome cada vez que me miraba al espejo y con cada desprecio adquiría envidia hacia las chicas bonitas.
¿Por qué tuve que nacer así tan fea?
Unos me decían que era hermosa pero yo les tomaba de locos, no era fácil creerles a unos desconocidos. Mi amigas por su parte igual decían que me veía hermosa y me animaba un rato pero después esos ánimos se desvanecían.
Al paso del tiempo conforme conoces a las personas te vas dando cuenta que la belleza exterior no vale tanto como la interior porque hay tantas personas que son hermosas por fuera que prefieren golpear a un ser vivo antes de cuidar al propio planeta o bien escupir "veneno" a otras personas sin motivo alguno. Es así que, aunque me costaba creer que era hermosa aún, me di cuenta que habemos personas bellas por dentro y cuando lo somos, automáticamente somos hermosas por fuera.
Ahora comprendía que el mirarse al espejo no era solo ver los defectos físicos que tenía o no, era ver que esa persona que se reflejaba tenía una gran belleza por dentro y por fuera. Si ahora sonrío al verme al espejo porque sé que no nací simplemente para esperar con el tiempo mi muerte, nací para disfrutar las maravillas (grandes y pequeñas) que nos da la vida y el mismo planeta, eso es lo que me hace una gran persona como otras pocas que hay en este bello mundo.
♥ ¡Les agradezco que me lean bellezas vagabundas! ♥
Autora: Desire Mortem
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu comentario es muy importante para mi, pues me gusta saber que piensa u opina la gente. De ante mano muchas gracias por dejar un comentario y recuerda que si es ofensivo se eliminará inmediatamente.